Toda relación humana se encuentra sujeta a crisis y conflictos, especialmente la de pareja que cuenta con un alto grado de intimidad y de situaciones que es necesario afrontar en la convivencia.
Es importante tomar en cuenta esta condición puesto que cuando una pareja se establece, pareciera que nada va a empañar la relación.
De pronto cuando nos damos cuenta y con el correr de las diferencias, nos vamos metiendo en una serie de problemas que por momentos no atinamos a resolver, a veces no queremos resolverlos y por momentos, no sabemos cómo.
Cada integrante de la pareja, tiene una óptica diferente de los problemas que afrontan. Por momentos, uno de ellos quiere hablar sobre lo que le preocupa o lo que le pasa, pero el otro, lo descalifica, no le presta atención o simplemente no desea escuchar una vez más, la serie de recriminaciones y quejas… bajo este esquema la pareja se encuentra en problemas todo el tiempo, no han encontrado la manera de solucionar sus conflictos.
Los conflictos aparecen para ser solucionados. Es una manera de saber que estamos vivos, en general siempre estamos solucionando conflictos, nos ponemos de acuerdo en el trabajo con un compañero, hablamos con la maestra en la escuela, dedicamos un tiempo a hablar con un amigo por un mal entendido… pero tratándose de la pareja, caemos en los mismas discusiones una y otra vez, sin darles una salida aceptable para ambos.
Es decir, una pareja así, sólo es capaz de mantenerse en discusiones insalvables, en estar todo el tiempo en descalificaciones permanentes acerca de la persona de cada uno, se encuentran enfrascados en tratar de decirle al otro todo lo que no hace o deja de hacer:
los reclamos, las quejas aparecen y suben de tono en cada momento… en algunas ocasiones, la violencia no se deja esperar… y no hablo sólo de la física, sino de la verbal, del mutismo y de la lejanía e indiferencia o bien, las sospechas y las maneras de manipulación para que el otro entienda nuestra posición, vamos desde la sumisión hasta el chantaje en todas sus proporciones.
Las crisis surgen de la diferencia, de la convivencia, de los intereses diversos, de la valoración diferente de los problemas… sin embargo, en las relaciones de pareja, la gran mayoría de las personas, pasan estos problemas a través del amor… es qué no me ama, es que ya no le intereso, es por supuesto que no le importa.
