Historias Reales de Personas Reales...
Dora se siente llena de dudas y de miedos. Siente que su vida en pareja es su responsabilidad y de nadie más. Mario tiene el tino y la buena disposición para hacerla sentir siempre culpable por todo lo que dice, hace o deja de hacer.
Él no tiene problemas. Él siempre está bien. No está dispuesto a cambiar porque su vida siempre ha sido de esa manera y no tiene necesidad de ninguna transformación. Tampoco de negociar. Mario tiene la gran habilidad de cambiar todo el contexto, es un gran orador, manipulador y seductor a través del habla.
Ella ya no sabe lo que es real o no. Entiende que puede estar equivocado pero no se atreve siquiera a contradecir sus percepciones. Lo más complicado del asunto, es que Dora: No confía en sí misma.
Y sin autoestima no existe nada en esta vida. La autoestima nos lleva de la mano para confiar en nuestras percepciones, decisiones y elecciones.
Dora se encuentra viviendo con un hombre narcsista. Egocéntrico, centrado en sí mismo y que solo tiene ojos para sí mismo. Los amores narcisistas son altamente destructivos, destruyen el corazón y el alma.
La frialdad narcisista congela todo: el amor, la confianza, la paciencia, la solidaridad y hasta la vida misma. Se experimenta un gran vacío interior y Dora se encuentra viviendo con un hombre con este tipo de rasgos, por eso, duda, no se atreve, se siente disminuída y sin valor propio.
Los amores narcisistas, esos hombres que se sienten únicos y especiales y pueden pasar sobre sus parejas, para sobrevivir a sus grandezas.
Amores altamente destructivos y el eogísmo narcisista.
Espejito, espejito quién es el más bonito