El amor tiene un poco de adicción en su inicio del enamoramiento. No podemos prescindir del otro, de nuestro amor.
El amor se convierte en adicción cuando pese al sufrimiento no podemos renunciar a la relación.
La adicción amorosa implica dependencia, conflictos, tristezas, pleitos y muchos desencuentros.
El problema no es el amor, sino las personas que dependen y se tornan adictas en aras del amor.
Ana Girogana