El maltrato, abuso o violencia verbal es una constante que se vive con suma frecuencia en los hogares, y por lo mismo, en la relación de pareja.
Las palabras, el uso, el tono y el contexto de las mismas tienen un peso específico en la relaciones. Cuando estas palabras conllevan al maltrato, a sobajar, a herir al otro, se le llama violencia.
Por supuesto que la violencia como término genera diversas respuestas emocionales, que por su naturaleza, son intensas.
Cuando estamos expuestos o sufrimos violencia, generalmente se mantiene una disculpa para el agresor, es decir:
- Sí de pronto grita, pero así es él.
- Cuando se enoja, grita y vocifera, dice palabras hirientes, pero luego se le pasa.
- Cuando algo no le parece me deja de hablar varios días, pero después se muestra muy atento o cariñosa.
- El maltrato o violencia verbal por momentos, puede ser tan sutil, que sus estragos solo pueden sentirse en los estados de ánimo.
- Nadie en su sano juicio podría pensar que alguien a quién amamos nos pueda estar ejerciendo violencia verbal.
- El maltrato verbal, es velado, aparece en forma de descalificaciones, ironía, rechazo.
- Así nuestra pareja o nosotros mismos, no le llamamos violencia, pero las faltas de respeto en público o en privado, son una forma de maltrato.
Ana Giorgana