Cualquier persona puede vivir una relación de dependencia emocional en algún momento de su vida. Las razones son diversas y tiene una gran cantidad de factores que entran en juego para que una relación con tintes de dependencia emocional tome lugar.
Sin embargo, existen personas que repiten de manera crónica
este tipo de relaciones destructivas y sin futuro, insatisfactorias que no les
permiten establecer vínculos sanos y duraderos.
Existen cierto tipo de vínculos que nos llevan a establecer
este tipo de relaciones no solo en la pareja también con la familia, los
amigos, un profesor o alguna persona que de alguna manera consideramos
importante en nuestras vidas.
¿Por qué caemos en alguna relación de dependencia?
Existen una serie de condicionamientos sociales que hablan
sobre la importancia de la pareja, el bienestar de la familia, la solidaridad
con los amigos que se confunden con la imposibilidad de poner límites a una
situación destructiva.
Esperamos que los otros cambien, que entiendan y comprendan
el sufrimiento, pero eso no sucede, por el contrario, cada día se enfrascan más
en su relación de dependencia emocional.
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Se considera al otro más importante que el
propio bienestar.
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La necesidad de amar al otro es mejor que contar
con nosotros mismos.
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Creemos y aprendimos que necesitamos alguien más
para confirmarnos y validarnos.
“Lo más importante es tener la capacidad de ser suficientes para uno
mismo, de lo contrario, en la dependencia se cede el poder a otro sobre
nuestras emociones, acciones y vivencias”
Apego y dependencia emocional.
Todos los seres humanos desde la más tierna infancia
contamos con un proceso de apego frente a las figuras más importantes de la
vida. Este apego es necesario para vivir
y construirnos como personas y seres humanos. El apego puede tener diversas variantes:
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Apego Seguro.
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Apego Ansioso.
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Apego Inestable.
Cuando observamos las relaciones, nuestras relaciones
podemos darnos cuenta de cómo entendemos el amor y el apego: el otro se
convierte en mi todo, dependo de esa persona para la sobrevivencia afectiva. El
otro es el que me da el valor y la tranquilidad en mi experiencia: el otro es
la fuente de mi seguridad y autoestima. El otro mantiene conductas de abandono,
infidelidad y agresivas conmigo, y, aun así, ahí permanezco: el otro es un
verdugo que requiero para sentirme vivir a través del sufrimiento.
Todos los seres humanos tenemos necesidades importantes:
afecto, reconocimiento, pertenencia, valoración positiva, ser amados, amar. El
problema no está en la necesidad sino en cómo la pedimos, la entendemos y la
actuamos. Por ello, es importante reflexionar en nuestras formas y modos de
relacionarnos con una pareja para poder comprender la manera en la que estamos
estableciendo el amor, el vínculo, la relación, la dependencia y el apego.
Los sentimientos se
convierten en la guía más importante para saber en qué tipo de relación te
encuentras, en las relaciones de dependencia emocional destructiva, se
encuentran una gama importante de ellos:
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Sentimientos de inestabilidad.
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Sentimientos de poca valía.
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Sentimientos de control
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Sentimientos de desconfianza.
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Sentimientos de traición.
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Sentimientos de tristeza y ansiedad.
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Sentimientos de culpabilidad.
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Sentimientos de soledad.
La dependencia emocional es multifactorial y es necesario
comprender cuáles son los motivos que a cada persona la llevan a establecer
este tipo de vínculos destructivos que no enaltecen su autoconcepto, por el
contrario, los arrastran hacia un mayor desprecio de sí mismos.
En referencia a las dinámicas que se pueden ver o a las que
le entramos son:
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Gritos.
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Insultos, ofensas, mutismos.
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Actos para controlar.
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Reproches
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Descalificaciones.
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Violencia verbal, sexual, económica e incluso,
en ocasiones, física.
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Infidelidades.
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Promesas recurrentes de amor y de cambio.
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Sufrimiento excesivo.
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Detecta que tipo de sentimientos y sensaciones
experimentas.
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La relación en pareja te construye o te
destruye.
¿Cómo salir de esa situación?
1.- Darnos cuenta que estamos
viviendo una situación destructiva.
2.- Dar paso a la recuperación
personal: talleres, libros, psicoterapia, observación y cambio.
3.- Ponerme como prioridad en todas
las áreas de mi vida.
La psicoterapia es una gran
posibilidad.
Los profesionales de la salud
emocional están capacitados para poder acompañarte en este proceso. No tienes
que vivirlo en Soledad.
