La
gran mayoría de las personas se encuentran buscando recetas fáciles para el
desamor. Sería deseable que así fuera. Es más a mi me encantaría poder
proporcionar unas cuantas sesiones y listo, todo a la normalidad y a vivir una
vida plena.
Curar
las heridas del amor no es una tarea sencilla pero tampoco titánica. Es una
cuestión de voluntad y autoestima. Cuando reconocemos que la vida es una
experiencia individual. Que solo nosotros podemos influir en nuestras
decisiones y elecciones, y que además, es una responsabilidad. Tenemos el
compromiso de lograrlo, o bien, continuar en la vida con un papel de víctimas,
lo que también permite grandes ganancias.
Curar
las heridas del amor es enfrentarse a la propia biografía. Es cobrar conciencia
de nuestras necesidades y también de cómo participamos en la vida para que nos
pase lo que nos suceda. La vida, nuestras condiciones no son fortuitas,
inconscientemente las elegimos.
Curar
las heridas del amor se refiere a sanar las heridas personales que salen a la
luz en la vida en pareja. Son en
realidad grietas profundas de nuestra vida personal y creemos que ese amor que
hemos elegido estará dispuesto a remediar nuestras carencias vivencias y
experiencias.
Así,
sí en la vida Yo viví una experiencia de abandono, le pido a mí pareja, y se lo
exijo que esté presente, que no se mueva, que me reporte todos sus movimientos.
Y sí
he vivido una historia de humillaciones y traiciones lo celaré, estaré al
pendiente de cualquier indicio de mentiras, estaré al acecho de encontrar
alguna falla para reclamarle.
Entonces
sobre esta misma línea cuando he vivido la indiferencia como forma de vida, no
ser visible para mis adultos importantes. Ellos habrán tenido sus razones y
problemas. Buscaré cualquier falla en las atenciones. Estaré pendiente de la
atención y el reconocimiento.
Así
y en todo momento estaré buscando relaciones de dependencia emocional en las
que podamos sentirnos cómodos. Aunque en el fondo no me siento bien con mis
condiciones de vida.
Tenemos
que poner un alto en la camino. Dejar de reaccionar y empezar un proceso de
reflexión personal.
- ¿Cuáles
son mis carencias y necesidades?
- ¿Qué
espero de una pareja?
- ¿Cómo
me quiero comprometer?
- ¿Qué
aporto Yo a la relación?
Las
preguntas son variadas. Todo proceso de cambio se inicia con una toma de
conciencia y de accionar de manera distinta en nuestras vidas. Dejar de pensar
que los demás tienen que cambiar.
Tenemos
que reconocer nuestras pautas de comportamiento para lograr cambios
sustanciales en nuestras vidas. Y desde ahí, tomar decisiones mejores para
incrementar nuestra calidad de vida emocional.
No
existe otro camino.
Un proceso de reflexión y de pautas de
comportamiento es lo que propongo en mi libro:
Cómo
Recuperar la Confianza en el amor y te llevo de la mano para
que puedas lograr una manera de relacionarte mejor y con mejor calidad de vida.
Si no actúas de una manera diferente seguramente no tendrás resultados
distintos y tendrás siempre los mismos problemas y conflictos.
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