Historias Reales de Personas Reales...
La gran mayoría de las parejas trata de salvar sus relaciones de diferentes maneras:
- Aguantando.
- Quejándose.
- Peléandose.
- Agrediéndose.
- Soportando la violencia.
- Tolerando las infidelidades.
- Haciendo caso omiso del abandono: emocional y sexual.
- Justificando las acciones del otro.
- Soportando "todo" por los hijos.
En fín, un número considerable de ellas vive en esta mediocridad emocional.
Otras, logran separarse y reconstruir su vida de una forma u otra.
Aquellas que sabían que tomar la decisión del divorcio, desde tiempo atrás, siempre llegan a este final.
Pero el momento es doloroso, desgarrador, y de todas maneras, lo hacen pero cuando se encuentran aún más desgastadas, más heridas y con más cicatrices.
El divorcio no es una decisión fácil. El divorcio es una separación. Es un momento de quiebre.
Con las rupturas se van:
- Un proyecto de vida.
- Sueños compartidos.
- Relaciones afectivas y sexuales.
- Un sueño irrealizable.
Traté de quedarme, pero al final, tuve que hacerlo, la situación se volvió insostenible para toda la familia: estrés, gritos, violencia, mutismos, y por supuesto, graves fallas en la estima personal.
Son muchos los factores que se fracturan. Se tiene que volver a una nueva identidad.
Pero sobre todo, se requiere Recuperar la Confianza en el amor, como bien lo señalo en mi libro del mismo nombre, sí has sufrido un quebranto de esta naturaleza, te invito a que visites nuestro material en www.cecreto.com
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El divorcio una experiencia desgarradora
Ana Giorgana
Terapeuta
Coach en calidad de vida emocional