Algunas personas consideran que los amores tienen que estar sujetos a una vida en el infierno, pero que además lo tienen que tolerar.
Viven llenos de ira, de odio, de insatisfacción y de desilusión, pero permanecen en un amor incendiario y sin posibilidades de darle un giro a su vida.
Creen, piensan que el amor es: odio, frustración, inseguridad, celos y desconfianza.
Así es el amor infernal quemante y lleno de heridas y cicatrices.