Contar con una pareja es una necesidad humana, sin embargo, en los últimos tiempos, el tema de las relaciones de pareja se ha vuelto complicado y conflictivo, para muchos. Las circunstancias de la vida han cambiado, las sociedades tradiciones y sus modelos ya no responden a lo que se vive en el día a día en las parejas.
Las mujeres, en su mayoría, trabajan y desean ser reconocidas en relaciones de igualdad. Los hombres alientan esta parte, sin embargo, también anhelan seguir siendo los "hombres de la casa", que se les atienda y que además todo marche sobre ruedas por casa.
Es una necesidad replantear el modelo de pareja con el que deseamos vivir. No existe un modelo único, por el contrario, existen diversas formas de relación de pareja y cada una de ellas, si aporta estabilidad y satisfacción y una vida más o menos adaptativa y placentera para cada integrante de la díada amorosa, es correcto.
El gran problema es que el modelo tradicional no responde ya a las necesidades de los hombres y mujeres de hoy. Tampoco los hombres y mujeres de hoy, responden a los estándares tradicionales de la abuelita o de los padres. Los problemas y conflictos que enfrentan las parejas en la actualidad son diferentes.
Sin embargo, existe una situación que llama mi atención cuando las relaciones pese a su destructividad no pueden separarse, o dar una solución a sus conflictos. En este sentido, hablamos no de amor, pero se confunde, sino de dependencia y apego afectivo.
En el momento en que la pareja ocupa el único lugar en nuestras vidas, y de ello depende nuestra realización personal, nuestras emociones y nos abandonamos por completo a sufrir las desgracias y dejamos de lado lo que Somos, entonces, estamos hablando de otra situación. Me refiero a personalidades infantiles y dependientes que no logran dar una adecuada respuesta a su condición de vida y hacerse cargo de sí mismas.
El abandono personal se muestra en sus quehaceres y actitudes. Caen en ciclos depresivos, de dolor y no pueden reponerse con facilidad. O tal vez. se disponen a aceptar lo que sea por parte de sus parejas: humillaciones, golpes, desamor, descalificaciones, indiferencias, violencia, vergüenza.
Será posible sostener una relación en donde el alma personal se encuentra en vilo y totalmente lastima?
Será que estamos acostumbrados a sufrir para saber que amamos intensamente?
Será que no hemos aprendido otra manera de estar con nosotros mismos?
Si bien, aprendimos modelos amorosos desde muy temprano en la vida. Pero si estamos acostumbrados a sufrir más que a realizar nuestras vidas, quizá sea el momento de replantear nuestra vida y construir una mejor relación con nosotros mismos. Y luego, con la pareja.
En Cecreto contamos con todo sobre la calidad de vida emocional y en nuestros materiales electrónicos te ayudamos y asesoramos para que puedas ir desarrollando tu proyecto de vida.
Gracias por leerme, mi misión es la calidad de vida emocional.
