Sus relaciones siempre están impregnadas por juegos de poder, de dominación y de una fuerte necesidad de ser apreciados, atendidos, halagados y tienen que ser el centro de atención de sus parejas.
Buscan parejas que tengan lo que ellos carecen, posición social, estatus, inteligencia, poder, dinero, o algún atributo notable.
En el momento en que la pareja brilla, ellos son implacables con sus críticas para acallar su disminuida autoestima.
Sí por alguna razón, sus parejas tienen éxito, en general les guardan rencor y se los demuestran de manera pasiva o bien, explotan en público para hacerla sentir mal, frente a quiénes la han adulado.
Pero hablar de los narcisistas es un tema trillado. Ahora, hablemos de sus parejas.
Ana Giorgana