Los cuentos de hadas siempre están presentes en la vida de toda relación en pareja. Todos queremos ser príncipes y princesas de un gran amor. Sin embargo, la realidad se impone con una fuerza, que nos dice, la vida no son cuentos sino realidades. | |
Vivir emocionada por ser la princesa de un cuento encantado, siempre acaba en el sufrimiento y en el desamor. Además de ser siempre el príncipe encantado para una mujer de carne y hueso, resulta un ideal difícil de cumplir. www.cecreto.com |
Ana Giorgana