Depende siempre de cómo hemos sido educados, cuáles son los roles que vivimos en lo referente a hombres y mujeres, en lo que respecta a la femineidad o masculinidad, y por supuesto también a la cultura y sociedad a la que pertenecemos.
Por tanto, cada persona, cada individuo, sea hombre o mujer, tiene y cuenta con sus maneras propias de expresar su vida afectiva. La relación narcisista no tiene que ver solo con la pareja, también está implicado nuestro propio narcisismo.
Es decir, estoy en una relación en donde me interesa mi pareja y también me importo Yo.
O estoy en pareja con una persona que sólo está dispuesto a vivir sus propias satisfacciones.
Y viene la contraparte, me encuentro en una relación en la que estoy cien
por ciento a merced del otro.
Cuando ambos miembros de la pareja son narcisistas,
o que importa es la admiración, un gran choque de egos, seguramente
es una relación que terminará en la destrucción, o bien, en el alejamiento.
Dos dioses no pueden ocupar el mismo Edén.
Para que una relación con un narcisista tenga lugar,
se requiere de ceder espacios, éxitos, poder y visibilidad.
Ana Giorgana