Leobardo es un hombre que controla mediante las atenciones y su buena disposición en la relación. Es tan bueno, es tan accesible siempre está tan pendiente de Isabela que a ella le es imposible poder enojarse cuando siente una gran presión de Leobardo por estar siempre atenta a él.
Ella no tiene vida propia él le consume todo su tiempo. Leobardo no entiende que la aprisiona, la asfixia todo el tiempo quiere saber cómo está, dónde está y qué está haciendo. Él consume una gran cantidad de tiempo y esfuerzo en estar enterado paso a paso de lo que Isabela tiene que hacer.
Por supuesto que ella ya se cansó y está muy molesta porque él no le permite ni respirar un momento de su vida.
Está llena de ira y de rabia porque en el fondo siente que tiene una gran desconfianza y que por eso la controla y la llena de compromisos para que ella no pueda tener una vida fuera de la relación de pareja.
Amores asfixiantes.
Estos amores que no dejan respirar se convierten de un tormento para quién lo padece y lo sufre en la relación.
Isabela está a punto de cortar con Agustín y él no comprende el motivo: la ama tanto, está pendiente de ella, es un hombre comprometido y también su vida es controlada y sin seguridad personal.
Agustín requiere de un buen proyecto personal más allá de su vida en pareja...
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Ana Giorgana
