Uno de los grandes temas que llegan a la consulta hablan sobre las relaciones de parejas y cómo de alguna manera queremos que nuestra pareja sea el responsable de todo los que nos aqueja.
Sería deseable que con solo estar dispuestos a acusar a nuestra pareja ésta se responsabilizara no solo de nosotros, sino de todo lo que pasa alrededor de nuestra relación
En realidad es una fantasía y una forma infantil de mirar la vida en pareja. Tú también participas en ese vínculo, tú también estás inmerso en esa relación.
Y, nos guste o no, una relación es de dos.
Las diversas situaciones de la
vida actual nos obligan a vivir distanciados de nosotros mismos. Generalmente atribuimos los problemas que se
nos presentan como algo que nos es ajeno.
Estamos educados a ver en los
ojos de los otros, llámese marido, hijos, padres, hermanos o amigos como
aquellos agentes que nos hacen sentir mal, y por mal, entiendo tristes,
enojados, estresados, nerviosos, iracundos.
Creemos o pensamos, que las
circunstancias nos hacen sentir de tal o cuál manera. Vamos por el mundo muy pendientes de los
demás, pero no reparamos en darnos cuenta, en percatarnos cómo le hacemos
nosotros para estar en las situaciones en las que nos encontramos.
Tal vez, parezca atrevido, pero
la realidad de infinidad de circunstancias que nos pasan, por decirlo de alguna
manera, nos ocurren ya que sin darnos cuenta somos activos partícipes para que
los acontecimientos cobren vida y se instalen en nuestra experiencia, así sean
momentos de alegría como los más dolorosos.
En ningún momento de nuestra
existencia nos enseñan a mirar en nosotros mismos, estamos muy pendientes de lo
que la mayoría de las personas hacen, o sentimos que nos hacen. Vivimos
ausentes de nosotros mismos, perdemos nuestro poder personal ya que nuestro
bienestar o malestar lo ponemos en manos del contexto, del afuera, del otro o
de los demás. Les adjudicamos la
responsabilidad de cómo nos sentimos, de
cómo pensamos y hasta de nuestras acciones.
En realidad si hacemos un acto de
reflexión, el resto del mundo tiene el derecho de ser como le plazca, el
problema se presenta cuándo esa parte del mundo hace o dice cosas que a mí me
afectan. Y, entonces creo que ellos son
los culpables de TODOS mis
problemas.
Ana Giorgana
Terapeuta
Coach en temas calidad de vida.
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