Cuando en el intento de amarte me pierdo a mí mismo de una manera frenética,
me traiciono, no encuentro la salida, y sufro, frente a esta injusticia que me impongo.
Cuando en el intento de amarte aparto mis gustos, mis deseos y mis opiniones,
respondo a tí, en lugar de ser fiel a mis principios y valores.
Cuando en el intento de amarte me descuido por estar pendiente de tus pasos,
de tus palabras y de hacerte felíz, pierdo la esencia misma de mi existencia en tu aprobación y amor.
Cuando en el intento de amarte me lleno de angustia, de tristeza y de culpabilidad,
me olvido de mí mismo, pensando y creyendo, que tú eres la fuente de mi vida,
dependo de tu alegría, de tu enojo, de tu aprobación y de tu reconocimiento.
Cuando en el intento de amarte me siento desolado, lleno de dudas y de desprecio,
Pero intentar amarte tampoco es una posibilidad de llenarme de tí, pero me olvido de llenarme de mí.
Es solo un intento, pero no es un compromiso.
Por eso solo lo intento, porque en el fondo Yo estoy seguro que nada es tan cierto:
Intentas amarme.
Intentas aceptarme.
Intentas conocerme.
Intentas tolerar mi manera de ser.
En el intento no hay grandes posibilidades de amar.
Cuando se ama, no se intenta, solo se ama.
Así, que sí lo intento, y no puedo, y no lo logras.
No hay remedio,
No somos el uno para el otro.
Ana Giorgana
www.cecreto.com
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