A través del tiempo, las diferentes formas de relacionarse se encuentran disfuncionales o tóxicas, sin embargo, las personas se aferran a mantenerse en la relación de la misma manera. Ni cambian, ni logran separarse, ni se quedan desde un nivel de elección y no de conflicto.
Por supuesto que aceptar el hecho de que una relación terminó es un tema doloroso y es enfrentar la ruptura y empezar a pensar la vida y lo cotidiano sin esa persona a la que amamos tanto, pero que la relación ya no permite el crecimiento y la dedicación de una relación más plena.
Existen algunas señales de que una relación llegó a su fin:
1.- Quejas y críticas constantes en la vida con la pareja.
Existe insatisfacción permanente en el día a día y en las interacciones de la pareja.
Las críticas y quejas constantes desgastan la relación de pareja.
Sí no puedes dejar de criticar y quejarte con tu pareja, entonces, la relación de pareja no está siendo funcional para ti.
Es momento de pensar, sí continúas ahí, cambias o la ruptura es inminente.
2.- La pareja pasa más tiempo en las redes sociales y no pone atención a su relación:
La pareja ya no interactúa en la presencia, se molestan, se enojan o bien, sus demostraciones de cariño son a través de las redes sociales.
Sin embargo, en el momento de estar juntos se aburren, no están en la relación, se encuentran distraídos en otros intereses que no es la relación de pareja.
3.- Las actitudes en la relación de pareja se han vuelto frías y distantes.
La pareja ya no tiene tiempo para sí mismos, por el contrario, están buscando permanentemente evadir interacciones juntos.
Buscan amigos, planes, adicciones, ver series la mayoría del tiempo sin entrar en contacto afectivo con la pareja.
4.- Celos destructivos:
Los celos destructivos están en relación directa con el apego, con la violencia, con el maltrato y con la posesión.
Los celosos creen que sus deseos son totalmente fundados y tienen el derecho de acosar, criticar y dominar todos los actos de la pareja.
5.- Expectativas diferentes en la relación.
Las expectativas distintas en una relación crean una gran tensión en la vida en pareja.
Uno de los integrantes de la pareja quiere una relación seria y el otro solo desea pasar el tiempo.
Uno de los integrantes de la pareja quiere compañía y el otro solo tiene poco tiempo para brindarle a la relación.
Y, así sucesivamente existen varios ejemplos, tú puedes encontrar los tuyos.
Lo más importante es aceptar que la relación te causa mayor frustración que goce.
Por tanto, antes de tomar una decisión de ruptura, puedes hacer algunas reflexiones:
- ¿Quiero seguir en esta relación que me hace sufrir?
- ¿Estoy dispuesto a cambiar mis patrones de conducta y de comunicación para mejorar mi relación de pareja?
- ¿Es mejor darnos un tiempo y dejar de violentarnos?
- ¿Podemos acudir a una consejería o terapia de pareja para mejorar la relación?
Cada pareja cuenta con su propio equilibrio que descubren en el proceso terapéutico.
Ana Giorgana
Especialista en Terapia de Pareja
Y Prevención Familiar y Social
