Historias Reales de Personas Reales.
Uno de los temas consultados en la terapia de pareja son los temas que tienen que ver con la violencia.
La violencia no tiene solo que ver con golpes, también con maltrato psicológico, económico, indiferencias, celos.
La violencia no surge sola en una relación de pareja, sino que tiene un proceso y generalmente, se dejan pasar las señales de la misma.
En este artículo hablaré sobre el Ciclo de la Violencia:
El Ciclo de la Violencia se refiere a un patrón que se va estableciendo en la vida de la pareja y que se convierte en una forma de vivir.
En el Ciclo de la Violencia ambos miembros de la pareja participan para que tome lugar. Aun cuando, la violencia está más asociada a los hombres y se habla de Violencia de Género, una gran cantidad de mujeres la ejercen.
El Ciclo de la Violencia deteriora todas las áreas de
funcionamiento de las personas: afectivo, cognitivo y relacional.
1.- La Fase de Tensión:
Las interacciones de la vida cotidiana van acumulando
tensión en la relación de pareja: enfado, enojos sin razón aparente, violencia
verbal, explosiones de ira. Generalmente en un inicio no se les dan importancia
y se toman cómo una forma de reacción.
El nerviosismo y el conflicto se encuentran de una forma
latente.
2.- Fase explosiva y Agresión:
Se desborda la tensión acumulada de una manera inesperada.
Por detalles que no necesariamente están en relación con la reacción violenta.
Explosiones de ira verbal, agresiones físicas, psicológicas
o sexuales. Se libera la tensión. Se
desata la batalla y las consecuencias, pueden ser, devastadoras.
3.- Fase de Reconciliación:
Las disculpas, el chantaje, el arrepentimiento, las promesas. Estrategias para manipular y
justificar las acciones violentas. El perdón y la creencia de que no volverá a
ocurrir.
Momentos de luna de miel: regalos, cenas, complacer a la
pareja, mostrando atenciones y cariños para compensar el acto violento.
La distorsión se manifiesta “queriendo creer” que el otro
desea cambiar. Sienten que es legítimo darle otra oportunidad.
Y después de un tiempo, se pasa de nuevo a la “fase de Tensa
calma” para dar rienda suelta de nuevo al Ciclo de la Violencia.
El Ciclo de la Violencia se dispara de manera inconsciente.
Es necesario poner un alto. El deterioro de la relación lleva a condiciones de
maltrato y abuso considerables.
El Ciclo de la Violencia al volverse a repetir se vuelve más
profundo en las consecuencias. La confusión toma lugar. Y los tiempos entre los
episodios se hacen cada vez más cortos.
Es necesario consultar a los especialistas para poder
trabajar en ello. Generalmente es la víctima del Ciclo de la Violencia la que
acude a la consulta.
El Ciclo de la Violencia no se desactiva solo. Se requiere primero reconocer que estamos experimentando el Ciclo de la Violencia y tomar acciones para sanar o desactivar éstas formas destructivas de interacción.
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Ana Giorgana
Y Prevención Familiar y Social