Alfonso insiste en seguir con Elena siente que tienen un mundo compartido del cuál él se sostiene en la fantasía, tal vez, lo tuvieron, pero en el presente ese tiempo en común se agotó.
Alfonso ama a Elena pero, tal vez, la amaba, quería a esa Elena de tiempos pasados. Ahora Elena ya no es la misma, ni lo quiere igual y tampoco lo trata de la misma manera, por tanto, esa Elena que Alfonso busca desesperadamente ya no está más que en su mente.
Las fantasías, las dudas y sobre todo las realidades nos imponen que necesitamos redefinir nuestro amor propio y personal. Elena lo desprecia, lo insulta, le ha dicho de todas las maneras que no le interesa ya una relación con él, pero insiste Alfonso hasta el cansancio.
Mientras más lo rechaza el se vuelve más obsesivo lo cuál significa que su amor propio y su obsesión lo llevan a humillarse, a dejarse llevar por sus celos, su impotencia y su desgaste interior. No puede más, y no sabe como salir de ahí de ese lugar tan doloroso y lleno de desilusión.
Su amor propio y su dignidad están por tierra y no se puede concentrar, no puede trabajar, no piensa más que en su desconsuelo.
Morir de amor y luego qué...
El desamor es uno de los grandes riesgos del amor en pareja y tenemos que asumir nuestra realidad frente a este evento que desgarra el alma y el corazón, pero tenemos que seguir como Alfonso y empezar a reflexionar sobre sus formas de amar y de dejarse abatir por su autoestima fracturada, al menos en el momento presente.
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Cerrando ciclos
Ana Giorgana
