Una gran cantidad de personas me escriben y consulta acerca de que desean y quieren una vida distinta, diferente, emocionante, llena de experiencias excitantes. Sin embargo, se mantienen haciendo lo mismo que no quieren, amando a parejas que las llenan de reproches y resentimientos. Viviendo con hombres alochólicos o mujeres frías e indiferentes.
La tónica en general es la pareja. Quieren otro tipo de vida. Otras formas de amar. Están llenos de angustias y preocupaciones tratando de cambiar la vida de los demás como los codependientes.
Algunas personas quieren un cambio pero no saben qué desean. Bueno en realidad lo que quieren es que sus parejas cambien. Ellos no se quieren mover de su condición. Y eso hace difícil cualquier tarea de cambio o modificación de ambiente en la vida.
La única posibilidad de cambio es personal.
El único momento para cambiar es el ahora.
El solo deseo no modifica la vida. Es necesario actuar en consecuencia.
Pero están deseando que los demás cambien para encontrar una señal en sus vidas.
Y el precio que pagan por generar este tipo de actitudes es:
Angustia.
Resentimiento.
Culpas.
Contemplar la vida y verla pasar.
Envidiar a otros por su condición de vida "mejor"
Frustración.
Quejas.
Y un sinfin de conductas destructivas que no les permiten tomar un momento de reflexión para saber qué es aquello que tienen que modificar en sus vidas.
Y así desean, quieren una vida distinta pero continúan bajo el mismo esquema de vida. Y eso sí es una gran fantasía que los atará a sus condiciones todos los días y durante años, como hasta ahora, cómo siempre.
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Ana Giorgana
