Ser dependientes en el amor en pareja se conoce actualmente como la “adicción al amor o a las relaciones destructivas”. Infinidad de personas escriben sobre su necesidad de vivir al lado de una pareja, estar en pareja y desean con todo el corazón realizar una vida en común. Pero cuando establecen sus vínculos afectivos lo hacen desde una sensación de carencia y no de desarrollo y plenitud.
Evidentemente la dependencia emocional no es algo que se manifieste de manera consciente, por el contrario, es necesario observar las acciones y las emociones que despierta la relación para poder saber sí nos encontramos en una situación o no, de adicción amorosa.
Este tipo de adicciones hacia la persona amada se observa en un amor obsesivo. En una manera de depender de ese alguien al que quiero y deseo intensamente. Sólo me siento completo y con vida cuando mi relación de pareja funciona satisfactoriamente. En el momento en que la relación entra en conflicto o sufre alguna situación. La persona sufre intensamente y pierde su sentido de identidad. Tiene la sensación de no poder seguir adelante con su vida. Siente que el mundo se ha vuelto pequeño y nada brilla frente a sus ojos y experiencia.
¿Cuál es el motivo de caer en este tipo de dependencias?
- Una baja valoración de la propia persona. Es decir la autoestima solo existe en función de la persona a la que se ama. Sí ese amor o relación están presentes se sienten valiosos, de lo contrario, sienten que su estima personal está en déficit.
- Cuentan con una alta necesidad de aprobación y aceptación. Al terminar la relación se sienten vacíos y sin nadie que les conforme su estima y valoración personal.
- Sienten fuertes miedos al rechazo y al abandono. Así se encuentran temerosos de ser abandonados y permiten una serie de situaciones humillantes, con tal de retener a la pareja, que consideran los sostiene emocionalmente.
- Su vida emocional y la de su pareja es más importante que ellos mismos. Se abandonan, se maltratan, deterioran su salud por añorar a esa pareja que se fue, que ya no está, que quizá jamás regrese.