No quiero volver a sufrir y por eso ya no me entrego tanto en las relaciones como antes.
Prefiero no decir nada porque antes siempre decía y generalmente me enojaba.
Ahora ya no busco a nadie y entonces me dicen que soy indiferente.
Tampoco soy tan cariñosa y mis parejas me tachan de fría y distantes.
Total que ya no se cómo conducirme en la relación con los hombres:
- Si doy salgo lastimada.
- Si no doy entonces tampoco les gusta.
- Si me muestro muy interesada, los asfixio. No los dejo respirar.
- Si no digo nada, entonces siempre espero que ellos hagan las cosas.
No se que hacer estoy muy llena de conflictos al amar.
El gran problema de Rocío tal cuál ella lo manifiesta es que ha dejado de ser ella para no sufrir.
Prefiere que los demás le digan cómo hacer y cómo comportarse para que no desilusionarlos.
Está pendiente de lo que le hace bien a ellos y no a ella.
La gran pregunta para Rocío es:
¿Tu qué quieres?
¿Tú cómo eres?
¿De qué manera te sientes a gusto contigo?
¿Qué tienes para ofrecer en tu vida?
Rocío por el contrario, está pensando en cómo ser para los demás, de manera que esto le resulta muy destructivo para su persona.
No quiero volver a sufrir es una manera de decir que no quiere volver a arriesgarse a ser lastimada en la vida amorosa, sin embargo, pareciera que por momentos esperamos que la vida en pareja sea perfecta, y para ello, entonces adoptamos una serie de comportamientos que nada tienen que ver con nosotros.
Al final y de cualquier manera no estamos satisfechos ni con nuestras parejas ni sin ellas. Vivimos para dar gusto a los otros y no para desarrollar nuestra potencialidad con alguien que realmente acepte nuestra forma de ser y de vivir la vida.
Rocío necesita trabajar en su autoestima y seguridad personal...
Autoestima y vida emocional
Ana Giorgana
La autoestima puede deteriorarse en las rupturas, en los conflictos, en la forma de ver la vida, por ello, te invito a que visites nuestro material, que incluye un capítulo sobre:
Cuando la autoestima se deteriora en los procesos de duelo...
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