Toda relación de pareja tiene ciclos y los conflictos,
muchos de ellos, son producto de la convivencia como cualquier relación humana.
La gran mayoría de las personas centra fuertes expectativas
en la vida en pareja y desea, que todo marche bien siempre.
Existen, sin
embargo, algunas claves para mejorar la convivencia en la relación de pareja,
pero sin olvidar, que cada pareja es diferente y requiere de cosas distintas.
1.- El grado de compromiso en la relación:
No todas las parejas tienen el mismo grado de compromiso en
su vida.
Las parejas algunas quieren más tiempo, otras discuten por dinero,
algunas más por las familias.
Lo más importante es comprender que se trata de una pareja.
Ambos deben contar con el mismo grado de compromiso para seguir con la
relación.
De ahí, se desprende, que estas parejas viven su relación de manera
más efectiva porque logran solucionar sus problemas de convivencia.
2.- Aceptar que el otro es diferente y que tiene una cultura
familiar diferente.
Las parejas discuten de manera importante por los rituales,
formas de hacer las cosas en sus familias de origen y desean imponer su estilo
como el mejor.
Todas las personas tienen una vida familiar única. Ninguna
persona es mejor que otra en sus estilos y manera de vivir.
Los mundos de los que proceden son diferentes.
Aprender a
vivir con lo que no es familiar representa un cambio, pero también, una
oportunidad para construir lo único en la nueva relación de pareja.
3.- Trata de cambiar la forma de la relación no a la
persona.
Este es un punto que cuenta con una gran cantidad de
controversias.
Las parejas discuten por querer cambiar al otro.
Se trata de
cambiar o modificar la manera en cómo se relacionan y hacer más funcional su
punto de vista, tratar de que esas dos visiones diferentes se encuentren, no de
cambiar a la pareja como tal.
Intenta comprender más que discutir cuál es l punto de vista
de tu pareja y cuál es el tuyo y lograr una convivencia que lleve a mejorar no
a destruir.
4.- La toma de decisiones es de dos.
Lo importante, es que se
trate de decisiones en las que ambos sientan que pueden tolerar la convivencia.
Se puede escuchar a las familias o amigos, pero ellos, no
pueden determinar cómo será la vida privada con tu pareja.
No discutas con la familia de tu pareja: son sus afectos.
No entres en conflicto ventilando los problemas de pareja
con la familia de ambos.
5- Equilibrio entre las partes:
Toda pareja requiere de equilibrio.
La balanza no puede
inclinarse hacia un solo lado porque eso repercute en: resentimientos,
conflictos, cobrar de manera emocional lo que se hace por la pareja.
Cuando no existe un equilibrio en tiempo, en dinero, en actividades,
compartir con las familias, con los amigos, tiempos de ocio, o cualquier otro
motivo, las parejas tienden a llevar una contabilidad emocional que
posteriormente, con seguridad, llevará a problemas de reclamos.
Esto Quiere decir que no discutas los mismos problemas
una y otra vez.
Resolver el problema, de preferencia en el momento que se
presenta, sí es posible.
Y, una vez, tomada la decisión, no volver a entrar en el
conflicto o tema una y otra vez.
Sí vuelven a discutir por lo mismo es una señal de que el
problema o conflicto no ha tenido una buena solución.
Existen una gran cantidad de factores que influyen en
una relación de pareja.
Lo más importante es que encuentren la que sea propia
para la pareja.
Sobre todo, es importante que encuentres el termómetro
propio de analizar:
¿ es una relación que nos permite crecer a
ambos?
¿es una relación que tiene un proyecto en
común?
¿es una relación comprometida a largo plazo?
O bien, se trata de una relación que tiene matices
infantiles en los que ambos desean tener razón.
Esa respuesta: solo la tienen los integrantes de la
pareja.
Pero sí deseas mejorar tu relación de pareja, tienes que
reflexionar, cuestionarte y tomar
decisiones para bien o para mal.
Ana Giorgana
Especialista en Terapia de Pareja
Y Prevención Familiar y Social