Teresa llega a la consulta llena de dudas, con el corazón en la mano y con el alma hecha trizas.
Su "amor", su gran amor, su ilusión, su proyecto de vida y todo se ha ido por la borda.
Él, Ramiro ya no la busca, ya no le habla, ya no le interesa estar con ella.
Así no más, de la noche a la mañana sin ninguna explicación de por medio.
Ella considera que debió haber pedido ayuda hace algunos años, pero jamás se atrevió. Tuvo miedo de encontrarse consigo misma. Tenía pánico de "darse cuenta" que no es capaz de sentir el menor aprecio por ella misma.
Su vida ha transucrrido entre tres matrimonios y un noviazgo largo. Este tercer matrimonio para sus adentros "era el bueno". Finalmente había encontrado un hombre que estaba en concordancia con sus valores familiares.
La desilusión es aún más grande porque esta relación tampoco estuvo a la altura de sus expectativas. De su gran necesidad de contar con una familia, una economía estable, una compañía amorosa y una vida sin altibajos emocionales.
Los primeros dos años de este último matrimonio fueron una verdadera "luna de miel". A decir de Tere, de pronto, todo cambió. Tomó otro rumbo. Considerando que Ramiro también viene de una relación anterior de veinte años de matrimonio.
Los fantasmas del pasado se hicieron presentes en esta nueva relación.
Ambos dejaron atrás relaciones, historias, experiencias e intentaron por todos los medios posibes rehacer una nueva vida.
No fue posible. Ramiro no puede separarse afectivamente de su relación anterior. Tiene tres hijos en formación que lo jalan y le exigen presencia. Teresa también quiere atención y cuidados. Ella no tuvo hijos.
Ella no puede comprender lo que significa terminar una relación dejando hijos, a los que Ramiro ama intensamente. Su rivalidad empezó a aflorar. Su disgusto por tener que compartir a Ramiro se hizo evidente.
Él la quiere, pero sus hijos son una pieza clave en su vida. Además de ser un padre responsable que se preocupa por su educación, intereses y aún tiene que mantener su educación y estilo de vida.
Estas historias de familias compuestas requieren de una gran paciencia. Pero Teresa tiene todo menos tranquilidad. Rivaliza. Lo siente como una amenaza a su seguridad.
Yo se que debería de haber buscado ayuda antes. Sin embargo, cuando se le pide que reflexione en nuevas formas de relacionarse con Ramiro. Qué tome concispan class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">
No existe otro camino, que el de transitar el autodescubrimiento y el cierre de ciclos de nuestras conductas anteriores para emprender una vida con mejores relaciones con los demás y con nostros mismos.
Cierra ciclos y mejora tu calidad de vida.
O quizá como Teresa sabíamos desde hace mucho tiempo que necesitabamos cambiar pero no tomamos acción. Y sin acción, no hay cambio.
Sabemos que algo está mal, que no es lo que deseamos vivir pero no es posible evitarlo.
No existe otro camino, que el de transitar el autodescubrimiento y el cierre de ciclos de nuestras conductas anteriores para emprender una vida con mejores relaciones con los demás y con nostros mismos.
Cierra ciclos y mejora tu calidad de vida.
O quizá como Teresa sabíamos desde hace mucho tiempo que necesitabamos cambiar pero no tomamos acción. Y sin acción, no hay cambio.
Coaching Terrapéutico
Ana Giorgana
Terapeuta
Coach en temas de Calidad de Vida
www.cecreto.com
