- Me dijiste que siempre estaríamos juntos..
- Yo era el hombre o la mujer de tu vida.
- Nos juramos amor por siempre.
- Simplemente nos miramos y sabíamos que hablábamos de amor.
- Compartimos un beso, un abrazo y te dije que te amaba.
- Siempre nos sentimos acompañados.
- Compartíamos hasta el último momento de nuestra existencia.
- Por primera vez me fuiste infiel.
- Me dejaste en una soledad llena de agobio y asombro frente a tu indiferencia.
- Me heriste profundamente con tus palabras de desprecio a mi persona.
- Me humillaste frente a nuestros amigos y te expresaste como si Yo fuera un ser despreciable.
- En los momentos más difíciles de mi vida experimenté una gran soledad: cuando nacieron nuestros hijos, cuando mi padre murió, cuando me operaron y también cuando me robaron.
Te acuerdas cuando con lágrimas en los ojos te pedía que me abrazaras porque tenía un gran dolor en mi alma y entonces, me dijiste que me hacia falta ser fuerte y tu no podías vivir con alguien débil y vulnerable.
Ese día tome la determinación que jamás volverías a hacerme daño y he recuperado el gran amor que tengo por mi. Y ojalá recuerdes el día que abandonaste el proyecto que teníamos en común, por mi parte, Yo ya lo dejé atrás, pero solo quiero decirte, que en la vida existen compromisos y verdades. Y tú, no puedes más estar en mi código de vida.
Ana, gracias por publicar mi testimonio.
Rebeca.