Es una realidad, que nos han enseñado que la vida es sufrimiento y entrega al otro.Esto está muy bien, vivimos en comunidad, y realmente, es importante ser considerados con los demás, apreciarlos y respetarlos. Además de vivir en armonía con los demás.
Sin embargo, cuando este amor a los otros, se convierte en un olvido de mí en todos los sentidos, seguramente estamos viviendo la vida con un gran resentimiento y enojo.
Es evidente que en la vida de pareja todo puede resolverse, pero no, necesariamente, el sufrimiento es la única alternativa.
En el sufrimiento existen dolores innecesarios, que nos llevan sólo al dolor, al resentimiento, a la culpa. El sufrimiento y el dolor en la vida no se puede quitar, y en la vida de pareja, no es la excepción.Sin embargo, cuando este amor a los otros, se convierte en un olvido de mí en todos los sentidos, seguramente estamos viviendo la vida con un gran resentimiento y enojo.
Es evidente que en la vida de pareja todo puede resolverse, pero no, necesariamente, el sufrimiento es la única alternativa.
No es el sufrimiento lo que nos hace daño, sino lo que hacemos con él. No es el dolor lo que nos atormenta, sino lo que decidimos, cómo nos afecta.
Por tanto, se abre la interrogante, para que quiero una pareja, para sufrir, o para amar.
La única forma de afrontar nuestras dolencias, es haciéndonos cargo de ellas.
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